El nombre de Benedetti no es grato para el Círculo Policial
No estamos de acuerdo
Con motivo de la designación de un salón de clases con el nombre del escritor Mario Benedetti, -recientemente desaparecido-, en el Centro de Formación del Personal Subalterno, inaugurado en los últimos días, en el ámbito de la Escuela Nacional de Policía, se generó una polémica natural fuera de la interna, -donde asumimos una posición institucional acorde a nuestros principios-, y otra, contra natura en la propia interna. Como nunca escondemos el bulto, más allá de haber dado las explicaciones que correspondían, como evidentemente no hemos sido comprendidos, damos un paso más, y exponemos el por qué, no nos parece correcto designar un aula de un Centro de Estudios policial con el nombre de personas que nada tienen que ver con la institución, y muchos menos cuando esas personas han sido manifiestamente contrarias a la propia institución.
Reconocemos los valores literarios de un artista nacional de gran nivel como fue el escritor Mario Benedetti, pero no debemos olvidar que el mismo reiteradamente se ha manifestado en contra de la Institución Policial y su personal, evidenciando un posicionamiento ideológico expuesto en su trabajo literario. Por ejemplo en el año 1971, publicó un libro titulado: “El cumpleaños de Juan Ángel”, novela escrita en verso dedicada a Raúl Sendic, en la que relataba la historia de un empleado bancario que vive un proceso de toma de conciencia política hasta que opta por incorporarse a la lucha armada, en dicho libro incluyó pasajes como el siguiente, refiriéndose a los policías en general: “a esos verdugos fétidos, obscenos les gusta creer/ que uno mata como ellos, con idóneo disfrute de crueldad deportiva/ pero matar a un tipo cualquiera asi sea un sádico/ hijo de puta es una pruebita/ sin fantasía es lo contrario a una proeza/ a lo sumo es un agrio deber”.
Según un análisis político-literario, Benedetti comenzó a usar su literatura y su llegada al gran público para favorecer sus objetivos políticos, idealizando y promoviendo una guerrilla que sistemáticamente asesino a muchos policías que sólo cumplían con su deber sin importarles el color político del gobierno de turno, como aún sucede hoy en día.
Entonces nos preguntamos, nuestro rechazo ¿no tiene sentido?
¿Es lógico y natural que los educandos policiales tengan como referencia un escritor con estas características?
¿No sería mejor recorrer la Plaza de la Policía donde están los nombres de nuestros héroes, ya que esos sí deben ser los tutelares de esos nuevos policías, a los que también se les va pedir que ofrenden su vida, sin colores ni mandados políticos?
Se puede entender al gobierno, es coherente con sus objetivos. Lo que nos rechina, nos avergüenza y rechazamos enfáticamente, son las muestras de servilismo con que se hacen mandados y se disfraza con la falacia de "achicar la brecha".
© Círculo Policial para Informe Uruguay
Reproducido citando la fuente
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