Las Provincias desunidas del río de la Plata.
Los portugueses insistieron en su política de tres siglos. Alentaron las controversias entre las distintas facciones internas de las provincias. Propusieron al Paraguay la formación de un “ducado” adherido al imperio –desestimado por Gaspar Rodríguez de Francia- y lo predispuso aún más en contra de Buenos Aires.
En sus miras egoístas, Buenos Aires queda enfrentado con Artigas, que defendía la autonomía Oriental como integrante de las provincias del Plata. Los brasileños toman parte por Buenos Aires, y en 1812, sobre la base de su seguridad, logran un Acuerdo que les daba derecho a la intervención en la Banda Oriental.
Brasil ocupa el Uruguay con tropas al mando de General Lecor, mientras Buenos Aires, que prefería a los portugueses antes que al caudillo oriental, ni se inmuta.
Artigas se proclama “Protector de los Pueblos Libres” y lucha solo contra España, Buenos Aires y Brasil. La guerra dura hasta 1820, en que los hombres de Buenos Aires logran enfrentar a Francisco Ramírez con Artigas. Derrotado por su lugarteniente, Artigas se exilia en Paraguay. La insidiosa política porteña logrará luego deshacerse de Ramírez, haciéndolo enfrentarse a su vez con su lugarteniente Estanislao López, quien lo vence y ejecuta.
A pesar del Acuerdo con Buenos Aires, Brasil no tiene empacho en anexarse la Banda Oriental el 31 de julio de 1821, con el nombre de Provincia Cisplatina.
Con esa estúpida política, Buenos Aires perdía una provincia argentina y le habría a los brasileños el río de la Plata. Cuando don Pedro se corona Emperador, Paraguay figuraba como provincia brasileña. El nuevo imperio retomaba el viejo sueño dorado de dominar la cuenca del Plata.
Fuente: http://www.lagazeta.com.ar/
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