Transcribimos una nota urticante (o dos)

Recibimos esta nota desde Alternativa Popular 1815. El autor dice varias cosas que entendemos merecen ser leídas, analizadas y luego discutidas para que cada uno esté de acuerdo o disienta con ellas. Como ya saben nuestros visitantes, esa es nuestra permanente posición informativa: primero conozca, luego piense y finalmente opine.
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CHUPASANGRES VARIOS – LOS VAMPIROS Y LA HERENCIA MALDITA
Paysandú, 8/11/07 (Semanario Tres Puntos).- Cuáles son las razones del acrecentamiento en el número de murciélagos hematófagos en el Uruguay puede ser tema de polémica. Los testimonios de productores y técnicos hablan de un incremento en el número de animales a consecuencia de la ampliación sustancial de las áreas forestadas.
La enfermedad (rabia paralítica) que está causando problemas en el departamento de Rivera y que tiene a mal traer a los servicios de sanidad animal del Estado, por la simple razón de ser una zoonosis letal, no era parte del bagaje de problemas que el gobierno recibió. Hacía tiempo que el país estaba libre de esta enfermedad y solamente como fórmula de rutina veterinaria se vacunaban los perros con suerte de tener mutualista. Sin embargo, murciélagos siempre hubo. También los hematófagos (los llamados vampiros), no sólo en Rivera o en la frontera con Brasil, sino en todo el país.
MURCIÉLAGOS, FORESTACIÓN Y HÁBITAT
En Paysandú hay murciélagos hematófagos bien cerquita de la ciudad. En los ejidos, donde la mugre aún no conoce de progresos, son numerosas las personas que por la mañana encuentran a sus animales mordidos y sangrando. Valen a manera de ejemplo los testimonios de varios productores que en el encuentro de producción familiar que se realizó en Tacuarembó manifestaron sus dificultades por la presencia de estos murciélagos. Hay que señalar que en la época que se avecina, una herida con sangre es una bichera segura con los problemas que esto trae consigo (trabajos, gastos y pérdida de productividad). Lo que puede dar para la polémica -y tal vez merezca estudios más importantes- es la causa por la cual los productores notan un acrecentamiento en el daño de estos animales, lo que indicaría un aumento en la población de murciélagos. Los testimonios de productores y técnicos hablan de un incremento en el número de animales a consecuencia de la ampliación sustancial de las áreas forestadas.
Aunque esta conclusión puede resultar un tanto apresurada, llama la atención que desde tiendas del gobierno nacional la única explicación para el fenómeno pasa por “migraciones desde Brasil” o por “un mal comportamiento de algunos murciélagos autóctonos”. Parece poco para una enfermedad que si bien no daña las exportaciones, sí puede afectar la economía de los productores y, por sobre todo, la salud de los pobladores expuestos. Y si se confirma la hipótesis de que en realidad los actuales montes artificiales que se están implantando en el país -en su enorme mayoría por parte de capitales transnacionales- puede servir de hábitat para estos bichos, sería apenas una confirmación más de los perjuicios de este monocultivo. No nos olvidemos que sin que haya muchos datos locales que lo avalen, la percepción en algunos casos y la comprobación en otros, de que distintas especies consideradas plagas han aumentado su presencia es atribuida al cambio en el ambiente que la forestación provoca. Así, loros y palomas en algunos lugares impiden la producción de granos y frutas. La presencia de zorros y jabalíes, condenan a la producción ovina. Los árboles aprietan a la agricultura y ésta presiona la ganadería desplazándola a zonas consideradas marginales. Es así y la chiva no quiere salir de ahí .

LA VERDADERA HERENCIA MALDITA
En estos días también han circulado cifras que hablan de una reducción del orden del 6 por ciento en el stock de ovinos del país. Nuevamente los voceros vociferadores del gobierno junto a su parafernalia de institutos de investigación estadística y ramas afines han sacado la sesuda conclusión de que la faena superó a los nacimientos. No está mal el razonamiento. Pero no podemos gastar tanto en funcionamiento de estructuras para que la planificación del desarrollo productivo termine con esa conclusión.
Nos animamos a plantear otra hipótesis que tiene que ver con la verdadera herencia maldita que recibió este gobierno y que dejará ampliada como corresponde a un buen capitalista: en el número de árboles plantados y en la producción de energía agrícola. Los “peludos” de Bella Unión dicen que “los árboles son milicos paraos en fila”. Por suerte no es así, porque si no ¡ni presupuesto que precisaríamos para ese ministerio!
Existe una clara presión por tierra que se manifiesta en cada pago del país. En esta disputa algunos rubros ganan y otros pierden. Uno de los que más retrocede es la oveja, justo cuando la demanda por carne ovina se ve amplificada. A esta altura del campeonato hay que pensar cuál será la herencia que como país tendremos dentro de diez años, no para que el gobierno de turno haga gárgaras sino para que los gurises no se encuentren con una tierra arrasada donde será cada vez más difícil, para los productores que antaño conocimos, producir alimentos y divisas.
Jorge Azziz (ruta90km9@adinet.com.uy )