Venancio Flores y un enfoque de un fragmento de la historia del país
Venancio Flores
Mientras se llevaba a cabo una agresiva campaña periodística, con declaración de guerra incluida, Venancio Flores invade la Banda Oriental en 1863.
Flores era un general uruguayo al servicio de Mitre como gobernador de Buenos Aires primero, y como presidente después. Junto a otros uruguayos incorporados al ejército argentino había participado en las guerras de Buenos Aires contra el interior, entre otros hechos en la batalla de Pavón (17 de setiembre de 1861) y de Cañada de Gómez.
El 22 de noviembre de 1861, Flores se adelanta hasta Cañada de Gómez y sorprende a los federales durmiendo desprevenidos, a los que derrota y pasa a degüello a gran parte e incorporando al resto. Esta acción le adjudicaría el mote de “el degollador de Cañada de Gómez”. El hecho es tan escandaloso, que el ministro de guerra Gelly y Obes (ministro de guerra de Mitre) informa al gobernador Manuel Ocampo:
“El suceso de la Cañada de Gómez es uno de los hechos de armas que aterrorizan al vencedor…Eso es lo que le pasa al general Flores, y es por ello que no quiere decir detalladamente lo que ha pasado. Hay más de 300 muertos, mientras que por nuestra parte solo hemos tenido dos muertos…Ese suceso es la segunda edición de Villamayor, corregida y aumentada… Para disimular más la operación confiada a general Flores se le hizo incorporar toda la fuerza de caballería de la División Córdoba enemiga” (Archivo Mitre, IX, 277).
Los “incorporados” por Flores desertan en la primera ocasión, y entonces no habrá más incorporaciones: solo degüellos. Mitre calla mientras los uruguayos limpian el interior de federales imponiendo “un solo color”…“el reino de la libertad” (textual, diario La Nación). En las tropas mitristas no solo actúan “colorados” uruguayos, también participan mercenarios extranjeros tal cual se desprende de una carta que José María Roxas y Patrón dirige a Rosas el 6 de enero de 1862:
“Una gran parte de la emigración europea que nos viene, propaga esos instintos feroces. En la matanza de Gómez, según dicen los que escaparon, los italianos hicieron despertar en la otra vida a muchos que, cansados de los trabajos del día anterior, dormían profundamente”. Era la “acción civilizadora”.
Mientras que Flores pertenecía al partido “colorado” uruguayo, afín a la política mitrista, en la Banda Oriental gobernaba el partido “blanco” de Berro. Había llegado la hora de devolverse favores: Flores obtiene la baja del ejército y comienza de inmediato a preparar la invasión de Uruguay, y lo hace con el total apoyo de Mitre. ¿Quién usaba a quién?
De Buenos Aires salen vapores cargados con armas y “voluntarios” argentinos hacia la costa oriental. Los uruguayos sorprenden in fraganti a los vapores argentinos “Pampero”, “Villa del Salto” y “Guazú” en el tráfico de armas y tropas.
Protesta el gobierno uruguayo, pero Mitre y Elizalde no solo lo niegan y declaran “neutralidad”, sino que hasta reclaman reparaciones al supuesto “ultraje” del pabellón nacional. Y ante el reclamo y pedido de explicaciones de parte del Paraguay López por la invasión de Flores y la fortificación de Martín García que entorpecía la libre navegación, Mitre en carta del 20 de febrero de 1864 a López, seguía negando lo evidente:
“Si la política del gobierno argentina –escribía Mitre- fue, es y será de neutralidad en el asunto de la Banda Oriental…” (Riquelme Manuel. Compendio de la guerra de la Triple Alianza. p.111) pero prácticamente le declara con cierta altivez que en Martín García la argentina podía hacer lo que le se le diera la gana.
El 1° de marzo de 1864, en sustitución de Berro asume el gobierno de la Banda Oriental Anastasio Cruz Aguirre, sin que cambiara la situación política internacional. Como hasta el momento Paraguay se mantuviera sin tomar una resolución efectiva, y ante la delicada y desesperante situación en que se encontraba Uruguay, Aguirre envía a Paraguay al Dr. Vázquez Sagastume para seguir ante ese gobierno las gestiones de Lapido. El 1° de marzo Herrera le da las instrucciones para su misión:
"V.E. –le dice- parte en un momento grave, en que se presagian peligros para la paz del continente. Debe invitar con urgencia al gobierno de López a pensar en eso y a entrar en combinaciones. “Hace un año que se debate en el territorio una cuestión entre la autoridad nacional y Flores, la cual, bien estudiada, debemos considerar no como simple cuestión de disturbios intestinos o de guerra civil, pero si como una cuestión argentino-oriental en que el Brasil también es parte” y le indica que debe solicitarle “El envío a las aguas del Uruguay y del Plata algunos buques de guerra…” y de “una fuerza de unos mil o dos mil hombres de infantería y de artillería que deberá desembarcar en la margen oriental del Uruguay y será utilizada para guarnecer los pueblos de esa margen, en vista de tener que echar mano el gobierno uruguayo de las guarniciones de allí para formar un ejército de observación de la frontera con Brasil, cuya misión será oponerse, en cualquier hipótesis, al ejército que el Brasil está organizando en su territorio y en la misma frontera”. (Riquelme Manuel. Compendio de la guerra de la Triple Alianza. p.115).
El pedido de ayuda uruguayo al Paraguay era desesperado, y para colmo de males, ya no estaba Rosas para contener al Brasil, cuyo alejamiento se debía en parte a ellos.
Fuente:
http://www.lagazeta.com.ar/invasion_de_venancio_flores.htm#01
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