ANEXIÓN DE LA BANDA ORIENTAL (31-8-1821)
Juan VI de Portugal
Pero todo es prácticamente inútil, porque a pesar de quedarse los españoles en la Colonia del Sacramento, la imbatible diplomacia portuguesa logra el Tratado de San Ildefonso (1 de octubre de 1777) que prácticamente reproducía el segundo Tratado de Tordesillas de 1750.
Pero ni así quedarían conformes los ambiciosos portugueses, y pese al dominio español sobre la Banda Oriental, envían tropas irregulares para que asolen los dominios españoles en la cuenca del Plata, Paraguay, Uruguay y Corrientes.
Pero ni así quedarían conformes los ambiciosos portugueses, y pese al dominio español sobre la Banda Oriental, envían tropas irregulares para que asolen los dominios españoles en la cuenca del Plata, Paraguay, Uruguay y Corrientes.
Con las guerras napoleónicas, rescatado por los ingleses el Rey de Portugal Juan VI se establece en Río de Janeiro, y a través de la princesa Carlota Joaquina, esposa de Juan VI y hermana de Fernando VII, -cautivo de Napoleón - pretende el reconocimiento de los derechos sobre sus dominios. La intención tuvo eco en algunos hombres de Buenos Aires, pero se vio frustrada con la revolución de Mayo de 1810.
Los hombres de Mayo pretendían preservar los dominios españoles de la ambición portuguesa, pero cometieron el grave error de pretender hacerlo bajo la hegemonía porteña por sobre las autonomías provinciales, que no querían cambiar el sometimiento español por el sometimiento porteño, y la resistieron.
Los hombres de Mayo pretendían preservar los dominios españoles de la ambición portuguesa, pero cometieron el grave error de pretender hacerlo bajo la hegemonía porteña por sobre las autonomías provinciales, que no querían cambiar el sometimiento español por el sometimiento porteño, y la resistieron.
Paraguay se aislaría tras la frustrada expedición militar de Belgrano para someterla al poder central porteño.
Las Provincias desunidas del río de la Plata.
Los portugueses insistieron en su política de tres siglos. Alentaron las controversias entre las distintas facciones internas de las provincias. Propusieron al Paraguay la formación de un “ducado” adherido al imperio –desestimado por Gaspar Rodríguez de Francia- y lo predispuso aún más en contra de Buenos Aires.
En sus miras egoístas, Buenos Aires queda enfrentado con Artigas, que defendía la autonomía Oriental como integrante de las provincias del Plata. Los brasileños toman parte por Buenos Aires, y en 1812, sobre la base de su seguridad, logran un Acuerdo que les daba derecho a la intervención en la Banda Oriental.
Brasil ocupa la Uruguay con tropas al mando de General Lecor, mientras Buenos Aires, que prefería a los portugueses antes que al caudillo oriental, ni se inmuta.
Artigas se proclama “Protector de los Pueblos Libres” y lucha solo contra España, Buenos Aires y Brasil. La guerra dura hasta 1820, en que los hombres de Buenos Aires logran enfrentar a Francisco Ramírez con Artigas. Derrotado por su lugarteniente, Artigas se exilia en Paraguay. La insidiosa política porteña logrará luego deshacerse de Ramírez, haciéndolo enfrentarse a su vez con su lugarteniente Estanislao López, quien lo vence y ejecuta.
A pesar del Acuerdo con Buenos Aires, Brasil no tiene empacho en anexarse la Banda Oriental el 31 de julio de 1821, con el nombre de Provincia Cisplatina.
Con esa estúpida política, Buenos Aires perdía una provincia argentina y le habría a los brasileños el río de la Plata. Cuando don Pedro se corona Emperador, Paraguay figuraba como provincia brasileña. El nuevo imperio retomaba el viejo sueño dorado de dominar la cuenca del Plata.
Fuente: www.lagazeta.com.ar
Las Provincias desunidas del río de la Plata.
Los portugueses insistieron en su política de tres siglos. Alentaron las controversias entre las distintas facciones internas de las provincias. Propusieron al Paraguay la formación de un “ducado” adherido al imperio –desestimado por Gaspar Rodríguez de Francia- y lo predispuso aún más en contra de Buenos Aires.
En sus miras egoístas, Buenos Aires queda enfrentado con Artigas, que defendía la autonomía Oriental como integrante de las provincias del Plata. Los brasileños toman parte por Buenos Aires, y en 1812, sobre la base de su seguridad, logran un Acuerdo que les daba derecho a la intervención en la Banda Oriental.
Brasil ocupa la Uruguay con tropas al mando de General Lecor, mientras Buenos Aires, que prefería a los portugueses antes que al caudillo oriental, ni se inmuta.
Artigas se proclama “Protector de los Pueblos Libres” y lucha solo contra España, Buenos Aires y Brasil. La guerra dura hasta 1820, en que los hombres de Buenos Aires logran enfrentar a Francisco Ramírez con Artigas. Derrotado por su lugarteniente, Artigas se exilia en Paraguay. La insidiosa política porteña logrará luego deshacerse de Ramírez, haciéndolo enfrentarse a su vez con su lugarteniente Estanislao López, quien lo vence y ejecuta.
A pesar del Acuerdo con Buenos Aires, Brasil no tiene empacho en anexarse la Banda Oriental el 31 de julio de 1821, con el nombre de Provincia Cisplatina.
Con esa estúpida política, Buenos Aires perdía una provincia argentina y le habría a los brasileños el río de la Plata. Cuando don Pedro se corona Emperador, Paraguay figuraba como provincia brasileña. El nuevo imperio retomaba el viejo sueño dorado de dominar la cuenca del Plata.
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