Portugueses en América del Sur (Siglo XVI)
Tratado de Tordesillas
Cuando los españoles descubren América, los portugueses lo sintieron como una derrota. En la disputa intervino el Papa, que a través de una Bula papal (4 de mayo 1493) fijaba un limite de los dominios. Los portugueses tendrían derechos al Este y los españoles al Oeste del meridiano que corría de Norte a Sur a cien leguas de las islas Azores y las islas de Cabo Verde.
Los portugueses no se conformaron, y a los dos años llegaron al Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494), que corría el límite anterior unas 270 leguas al Oeste. Además de ampliar la zona, les daba derechos sobre ciertas zonas de América.
El Tratado fue firmado de conformidad, pero los lusitanos lo consideraron una derrota diplomática, y en 1531 enviaron a Martín Alfonso de Souza a explorar el Paraná, pero sus propósitos se frustraron en 1535 por la fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza.
Exploraron el río Paraguay, pero tras la destrucción de Buenos Aires en 1541, los españoles centran sus dominios en Asunción para poner un límite a la insistente política expansionista portuguesa. El 9 de marzo de 1580, Juan de Garay hace la segunda fundación de Buenos Aires.
Aunque contenidos por los españoles, los lusitanos no se dan por vencidos. Por esa época surgen los “mamelucos”, o “bandeirantes”, verdaderas hordas de portugueses aventureros que se dedicaron al vandalaje en procura de tierras, esclavos, oro y piedras preciosas.
Aunque sin ideales políticos, los bandeirantes sirvieron a los intereses portugueses despoblando asentamientos españoles y nativos Hacia 1648 los paulistas intentaron la conquista, siendo derrotados por los guaraníes.
Insisten los portugueses en su expansión, y en 1680 fundan la Colonia del Sacramento, que les daba acceso a la cuenca del Plata, pero el mismo año el gobernador de Buenos Aires José Garro, ayudado por indios paraguayos, los expulsa. Sin embargo la hábil diplomacia portuguesa lograría que les devuelvan la Colonia.
En 1705 los españoles expulsan nuevamente a los portugueses, pero otra vez la diplomacia lusitana lograba recuperar con habilidad lo perdido por las armas, y la Colonia del Sacramento vuelve a manos portuguesas en 1715 con el tratado de Utrech.
La persistencia portuguesa logra en 1750 un segundo Tratado de Tordesillas donde se aceptaba el “Uti posidetis”, y de esa forma ampliaban sus dominios y se adjudicaban las Misiones Orientales.
Por tercera vez Pedro de Cevallos expulsa a los portugueses de Colonia del sacramento pero nuevamente la sagaz diplomacia lusitana logra el triunfo, logrando que le sea devuelta por el tratado de Paris de 1763.
Fuente: www.lagazeta.com.ar
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